Historia de la encuadernación

Durante los siglos I al IV d.C. coexistieron dos formas de documentos, los rollos y los códices, ambos son documentos antiguos escritos a mano, pero a diferencia de los rollos, los códices estaban formados por cuadernillos, las palabras cuaderno y encuadernar vienen del prefijo latín quaterni que significa cuatro, debido a que los pliegos se doblan en cuatro para hacer los cuadernillos.

Durante la edad media en las abadías se perfeccionó el arte del copiado de libros, los monjes que hacían este trabajo son conocidos como amanuenses, pasaban días copiando a mano otros libros o bien hacían traducciones, otros monjes iluministas ilustraban los espacios que quedaban en blanco, podía tardar meses en acabar un ejemplar.

Eran tanto trabajo de copiar que era necesario proteger el trabajo y por eso después de terminarlos cosían los cuadernillos junto con cubiertas rígidas usualmente tapas de madera el exterior a este trabajo de acabado se le conoce como encuadernado, así los documentos podían conservarse completos y poder ser consultados por un largo tiempo.

Al ser el libro un objeto valioso algunas cubiertas eran decoradas con piel y materiales valiosos de acuerdo a la cultura, en España durante S. XIV y XV la decoración estuvo influenciada por las culturas islámicas.

En los inicios de la imprenta los impresores hacían todo el proceso del libro incluyendo la fabricación de papel y de los tipos móviles, impresión y la encuadernación, fabricaron los libros llamados incunables, son los libros impresos en 1453 hasta 1500.

Durante el renacimiento se empezó a hace uso de planchas metálicas para realzar el cuero para decorar las cubiertas.

Actualmente está técnica se conserva se usa en elaboración de libretas artesanales que son apreciadas por su aspecto y una revalorización de las técnicas artesanales.