Embalaje de productos frágiles, ¿cómo y qué materiales usar?

En las industrias, después de la producción llega la etapa de expedición. Para esto, las mercancías deben ser embaladas correctamente lo cual se vuelve aún más importante cuando se trata de productos frágiles.

Hoy te contaremos cómo embalar productos frágiles para mantenerlos en condiciones óptimas y resistir otros procesos como el transporte y acomodo de productos.

¿Cuáles son los productos frágiles?

Se considera como frágiles a los objetos que son fácilmente dañados por golpes, vibraciones o caídas durante su traslado. Por ejemplo:

• Obras de arte
• Porcelana
• Vidrio
• Cristal
• Cerámica
• Barro o arcilla
• Instrumentos musicales
• Aparatos electrónicos
• Botellas de cristal
• Espejos

Tanto los fabricantes como las empresas de transporte de mercancías deben asegurarse de que los productos lleguen en buenas condiciones hasta su destino. El embalaje tiene el objetivo de proteger al producto y evitar que se rompa, se raye o sea dañado en alguna etapa del transporte.

Sin importar si los productos son enviados por tierra, mar o aire, es probable que durante el transporte sean manipulados en varias ocasiones por personas distintas. Además, podrían ser acomodados en diferentes tipos de estanterías, por lo que deben tener un embalaje que los conserve en perfectas condiciones. 

Factores por considerar al embalar productos frágiles

La caja correcta

El primer paso para embalar un producto frágil es elegir la caja adecuada. Para esto, se debe considerar:

• El tamaño de la caja. Una caja demasiado pequeña es susceptible a romperse ya que el producto no cabrá y podría romper el cartón. Pero si es muy grande, el producto al interior se moverá innecesariamente, con el riesgo de romperse. Lo recomendado es elegir una caja que deje 7 cm de espacio para colocar material acolchado al interior. Esto es muy común en el transporte de electrodomésticos, donde se usan hojas de poliestireno para cubrir al equipo, y bolsas anticorrosión para colocar los accesorios.
• Resistencia de la caja. Las cajas deben elegirse con base en el peso del producto que van a almacenar, de modo que resistan el peso sin romperse.

Material de relleno

Como hemos visto, dejar un espacio es indispensable para utilizar material de relleno que evite que el producto sufra daño por la vibración durante el traslado y manipulación. Para esto, se recomienda:

• Colocar el material más resistente en la parte inferior, superior y externa. Por ejemplo, las hojas de poliestireno pueden recubrir los laterales, parte baja y alta de un electrodoméstico, dejando el producto frágil en medio.
• Rellenar espacios con plástico de burbujas, con bolsas anticorrosión infladas con aire, papel Kraft, virutas de papel o con perfiles angulares de poliestireno para proteger las esquinas.

Cerrado de la caja

Las cajas deben cerrarse de forma hermética para evitar el robo o extravío de los productos que contienen. Para esto se puede utilizar cintas adhesivas de gran adhesión, que son más anchas que las convencionales. En caso de que sea un paquete voluminoso, o que se trasladen varias cajas juntas, se pueden usar flejes de poliéster, polipropileno o de acero, que son más resistentes y mantienen unidas a las cajas.

Elegir materiales para embalaje exterior

Si bien el envasado de un producto es importante, el embalaje también es parte de la protección de los artículos frágiles. Esto se debe a que cajas de cartón solas son más susceptibles a las caídas, vibraciones o golpes.

Por su parte, al embalar varias cajas para preparar una sola unidad de carga, todas las cajas quedan sujetas y es menos probable que sufran algún daño. Para esto, pueden recubrirse con plástico y atar las cajas entre sí para evitar fricciones, caídas o pérdida de alguna caja.

Etiquetado

Si bien el etiquetado no forma parte del proceso de embalaje, sí es muy importante para proteger a las mercancías frágiles. El uso de etiquetas con los símbolos de frágil y «Este lado hacia arriba» es indispensable para indicar al transportista y encargado de almacén la fragilidad del producto para que tengan más cuidado durante su manipulación.

En general, no es necesario indicar el contenido del paquete, aunque en muchas ocasiones es evidente cuando la caja tiene información confidencial. Sin embargo, las etiquetas deben ir tanto en la caja del producto como en el embalaje terciario, que es el que evita que se produzcan daños durante el traslado, manejo y depósito de la mercancía.

Consideraciones finales

Entre más frágiles sean los productos, se debe poner más cuidado durante su embalaje para mantenerlos seguros. Por ejemplo, en el caso de electrónicos, cristales o espejos, deben quedar suspendidos entre material de relleno y evitar que se muevan al interior.

En otros casos puede ser necesario usar una caja más pequeña dentro de otra grande, además de material de relleno para aumentar la protección.

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